La menopausia es una de las preocupaciones de la mujer llegadas a cierta edad. Son distintos los efectos que tienen sobre el cuerpo, y que pueden afectar a su calidad de vida y sus actividades cotidianas. Uno de los síntomas más comunes que afectan a tres de cada cuatro mujeres son los sofocos.
¿Qué son los sofocos?
Se trata de una sensación intensa de calor, que se origina en el pecho y se extiende hacia el cuello y la cara. Los sofocos además vienen acompañados por sudoración profusa debido al calor, ansiedad, palpitaciones e incluso enrojecimiento de la piel.
Los bochornos comienzan a aparecer en un porcentaje menor en mujeres premenopáusica, y este porcentaje aumenta cuando la mujer comienza con la menopausia.
La aparición de los sofocos es súbita, y puede durar de unos segundos a unos minutos. En raras ocasiones pueden alcanzar una hora de duración. Pueden suceder tanto de día como de noche, en este último caso las mujeres que los sufren ven alterados sus ciclos del sueño debido a este problema.
La frecuencia de aparición de los bochornos o sofocos en la menopausia depende de cada mujer. En ocasiones puede ser un síntoma esporádico o bastante recurrente.
Los sofocos suelen prolongarse en el tiempo durante algunos años, e ir disminuyendo progresivamente hasta desaparecer una vez finaliza el primer período de la menopausia.
En una investigación realizada en Estados Unidos, el estudio SWAN por sus siglas en inglés (The Study of Women’s Health Across the Nation, es decir, El Estudio de salud de la mujer a través de la nación), se le hizo seguimiento a mas de 3000 mujeres y se evidenció que los síntomas podían persistir hasta por 7 años.
Los 5 mejores remedios naturales para los sofocos de la menopausia
Los sofocos son un trastorno relacionado con la menopausia y los niveles hormonales en el cuerpo de la mujer, por tanto algunos de estos remedios caseros para los sofocos menopáusicos alteran estos niveles y no deben usarse sin consultar con un especialista, pues en caso de algunos de ellos habrá que tener en cuenta los antecedentes médicos, así como su interacción con algunos medicamentos.
Así mismo, el alivio de estos síntomas con medicina alternativa o herbal, ocurre fudamentalmene en síntomas leves a moderados.
1. Ácidos grasos de Omega 3
Los ácidos grasos, son parte esencial de nuestra alimentación, son necesarios para nuestro organismo, pero no los produce, es decir,que los obtenemos de los alimentos. Además de tener beneficios sobre nuestro corazón, cerebro y músculo entre otros, se ha descrito en diferentes estudios, su efecto sobre síntomas vasomotores.
Su consumo debe ser regular, de al menos 4 meses para mejoría de los síntomas, tal como lo cita un reciente estudio realizado en España.
¿Dónde encontrarlos? Las semillas de lino, de calabaza, el aceite de girasol entre otros, contienen omega 3. Sabemos también que los llamados pescados azules como el salmón, sardina boquerón o caballa, son una excelente fuente de omega 3 y deben ser consumidos de dos a tres veces por semana.
2. Isoflavonas de soja
Las isoflavonas presentes en la soja ayudan a prevenir y disminuir los síntomas de la menopausia. Esto está demostrado en diferentes estudios a lo largo de los último 10 años.
Es recomendable que el consumo de soja o suplementos a base de soja esté supervisada por un profesional sanitario, ya que puede estar contraindicada en casos de antecedentes de cáncer de mama, y su consumo a largo plazo siempre debe corresponder a una indicación médica.
3. Té de alfalfa
La alfalfa contiene fitoestrógenos, por lo cual puede ayudar con los síntomas vasomotores, tal como lo mencionan en una extensa revisión de la literatura médica sobre el uso de hierbas medicinales en el control de síntomas vasomotores.
Aplicación: Preparamos la infusión de alfalfa, y se toma templada. Este té previene los sofocos menopáusicos, sin embargo, se desaconseja su consumo si tenemos un historial previo de lupus o en pacientes con alteraciones de la coagulación o enfermedades autoinmunes.
4. Algas marinas
Las algas marinas modifican favorablemente el metabolismo de los estrógenos, de acuerdo a las investigaciones. Son ricas en compuestos bioactivos únicos que no están presentes en las fuentes de alimentos terrestres,incluso actualmente las algas marinas son una nueva fuente de compuestos con potencial para ser explotados en aplicaciones de salud humana.
Aplicación: Las algas marinas aptas para el consumo humano que podemos encontrar en algunos establecimientos son un tipo de verdura marina que se recomienda introducirlas en la dieta para reponer los minerales.
Como toda sustancia natural, también tiene contraindicaciones y debe ser ingerida con precaución en pacientes que tienen alteraciones de tiroides, pues puede afectar su funcionamiento.
5. Dong quai
Ingredientes: Dong quai en forma de té, cápsulas o tintura.
Aplicación:El dong quai es una planta conocida por sus propiedades que equilibran las hormonas postmenopáusicas,este efecto ha sido estudiado por diferentes investigaciones médicas para constatar su efecto, evidenciando que puede ayudar a bajar la intensidad de los sofocos de la menopausia.
Se puede conseguir en herboristerías y tiendas de productos naturales, y según el formato que adquiramos podemos tomarla en forma de infusión, cápsulas o en tintura para añadirla a nuestra dieta.
Causas de los sofocos
Las causas de los sofocos en la menopausia están directamente relacionadas con la disminución en la producción de estrógenos y su influencia sobre el hipotálamo.
Algunas sociedades médicas tienen guías para las mujer que explican en detalle esto y responden además muchas inquietudes.
Te contamos que el hipotálamo tiene una función termorreguladora, regula además la sensación de hambre y el sueño. La caída en los niveles de la progesterona y los estrógenos se ha determinado como la causa más probable de la alteración de los termorreguladores del hipotálamo, causando esta subida de la temperatura en el pecho, cuello y cabeza de manera súbita.
Síntomas de los sofocos menopáusicos
Los síntomas más comunes de los bochornos suelen describir como un calor repentino e intenso, que eleva la temperatura corporal, causando palpitaciones, sudoración profusa y ansiedad.
Este tipo de trastornos además están relacionados con otros efectos secundarios, como depresión, trastornos en los ciclos de sueño, irritabilidad.
Adicional a esto, hace cerca de una década, viene estudiándose que los sofocos pueden ser marcadores de riesgo cardiovascular, por lo que si resulta importante que acudas a tu médico al iniciar los síntomas, pues el te evaluará adecuadamente. Te explicamos las fases de los sofocos.
Los sofocos se producen en seis fases:
- En primer lugar el cuerpo sufre un incremento del flujo vascular.
- Unos minutos después, el cuerpo interpreta de forma subjetiva una sensación de calor corporal. Se produce entonces una vasodilatación periférica. Esto se traduce en que los capilares de la piel reciben un exceso de sangre, y esta es la causa del enrojecimiento de la piel relacionado con los sofocos.
- El cuerpo de la mujer aprecia a continuación un pico de la hormona Luteinizante (denominada LH).
- Seguidamente, se produce un aumento de noradrenalina y de adrenalina que permite restaurar el tono de los vasos vasculares. Este aumento de ambas hormonas responde a un mecanismo compensatorio.
- Un aumento de ACTH sigue a continuación. Esta hormona estimula la síntesis de glucocorticoides entre otras funciones, y llegados a este punto en que el sofoco finaliza, se registra un aumento en la hormona del crecimiento.
Como vemos se trata de un proceso encadenado por los desequilibrios en la presencia de determinadas hormonas las causantes de este repentino bochorno en la mujer menopáusica.
Cómo evitar y prevenir los sofocos
Los sofocos causados por la menopausia aparecen de repente en cualquier momento, de día o de noche una vez comienza la menopausia. El médico puede recetar un tratamiento para evitarlos o disminuir los síntomas que pueden incluir terapia hormonal.
Para aliviar un poco los síntomas podemos tomar una ducha de agua fría, vestir con varias capas para poder desprendernos de ellas si hiciera falta y cualquier otra cosa que ayude a aliviar el calor sintomático, como el uso de aparatos de aire acondicionado.
La dieta también influye en la frecuencia e intensidad de los trastornos causados por la menopausia. Cambiar cierto hábitos alimenticios puede ayudar a mejorar esta situación y reducir los síntomas, por ejemplo aumentando el consumo de soja tanto antes de la menopausia como una vez se inicia.
Se menciona de cambios en estilo de vida y esto definitivamente mejora su aparición, disminuir el consumo de café y vino, iniciar una rutina de ejercicios, son parte de las recomendaciones de las guías para la menopausia y han sido también evaluadas por estudios.
La menopausia, además de sofocos provoca otros problemas como la osteoporosis, por tanto se recomienda aumentar el calcio que ingerimos a diario. Lo podemos encontrar en alimentos como la leche, las sardinas, el brócoli o las legumbres y ayudan a prevenir tanto los sofocos como la descalcificación de los huesos.
Del mismo modo que debemos aumentar el consumo de ciertos alimentos, hay otros tantos que debemos evitar para prevenir los sofocos, como el azúcar blanco, presente en postres, bebidas azucaradas, zumos envasados, dulces, bollería industrial, etc.
La comida picante también puede aumentar los sofocos en intensidad y frecuencia por lo que se recomienda moderar su consumo o evitarlos directamente.
Evitaremos también el tabaco y llevaremos a cabo ejercicio regular de intensidad moderada, como nadar o caminar, e incluso yoga o meditación a diario, en un estudio realizado con pacientes que tuvieron cáncer de mama y padecían de sofocos, se realizaron técnicas de relajación, encontrando sustancial mejoría. Inténtalo al menos durante media hora.
A la hora de dormir es mejor mantener la temperatura de la habitación fresca o hacer uso de ventiladores si es necesario así como utilizar pijamas o camisones preferiblemente de algodón.
Tratamiento para curar los sofocos en la menopausia
Al tener un origen hormonal, los sofocos pueden aliviarse con distintos tratamientos supervisados por un especialista médico.
Los síntomas de la menopausia como los sofocos pueden variar en intensidad y en frecuencia, y por ello es posible que el tratamiento deba ajustarse o mantenerse siempre según discreción médica.
En caso de sufrir un sofoco, podemos darnos una ducha de agua a temperatura ambiente, quitarnos alguna capa de ropa, masticar hielo, o utilizar ventiladores o abanicos para que nos afecte lo menos posible.
Existen tratamientos hormonales que pueden recetarse para solucionar este problema, o al menos disminuir mucho su incidencia. Este tipo de terapia hormonal no está indicado para mujeres con antecedentes de cáncer mama y su uso siempre debe ser supervisado por un especialista ya que al parecer está relacionada con una mayor probabilidad de desarrollar cáncer de mama.
De hecho, la primera línea de tratamiento para mejorar los sofocos es la terapia hormonal.
Medicamentos que reducen la presión arterial, así como antidepresivos en dosis ajustadas pueden ayudar a que los sofocos desparezcan, siempre bajo control médico.
También podemos encontrar en el mercado complejos vitamínicos y suplementos que combinan las propiedades de plantas y otros ingredientes como sales minerales para tratar este problema.
A pesar de que algunos de estos complejos o suplementos se venden si receta médica, es conveniente consultar con tu médico cuál es el más recomendable en tu caso concreto y si se pueden combinar con algún otro remedio natural o medicamento específico.
Respecto a la medicina oriental, la técnica de la acupuntura ha sido parte de estudios controlados para evaluar su eficacia y ha resultado útil para tratar los sofocos en muchas mujeres, siendo una técnica de tradición milenaria en la cultura china. No tiene los efectos secundarios de la terapia hormonal, y por el contrario tiene numerosos beneficios, entre los que destacamos:
- Estimula la producción de serotonina, endorfinas, norepinefrina, dopamina y noradrenalina.
- Reduce la acción vasodilatadora que produce un mayor riego sanguíneo en los capilares de la piel, lo que en general ayuda a normalizar los niveles de hormonas disminuyendo así los sofocos y otros síntomas de la menopausia.
Recursos bibliográficos del artículo
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